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57. Descubriendo el otro lado

-¿Papá? ¿Mamá? ¿De verdad sois vosotros? También subisteis al cielo... -supongo-.
-Ynlaed, vamos andando hacia el hogar y te vamos poniendo al día.

A la salida de aquel gran "estadio lleno de cápsulas" pude ver un cielo azul. No era muy distinto al de la vida mortal. En cambio el suelo no estaba hecho de nubes, que es lo que uno piensa cuando se imagina el paraíso. Qué va. El suelo era de marfil en algunas zonas, hierba y tierra en otras, con sus árboles y rocas exactamente igual que en el otro mundo.

Nos montamos en un vehículo anclado a unos raíles y con forma de cabina ovalada tipo "huevo" gigante. Dentro se estaba extremadamente cómodo, y aunque era opaco, en las paredes se proyectaban imágenes que los viajeros podían elegir a su gusto.

-Ynlaed, en una semana se te habrán acabado de borrar todos los recuerdos de tu paso por el Simulador, y recuperarás tu mente tal y como era antes de pasar la Prueba. Es un mecanismo de seguridad para evitar que un exceso de datos colapse nuestros cerebros.
-Lo siento, pero todo esto me suena a ciencia ficción -les confieso-.
-Poco a poco vas a ir recordando todo, no te preocupes -me dice mi supuesta madre-. Viniste a este mundo hace 14 años y siete meses, junto con tu hermana gemela.
-¿Tengo una hermana?
-Sí, ambas engendradas por el método ancestral y criadas por nosotros dos, en régimen familiar. Cuando cumplisteis los 14, os presentamos a la Prueba de Bondad, igual que se hace con todos los niños. Y hoy tú ya las has aprobado.

-¿Pero este mundo no es el cielo?
-No, este mundo es el único mundo. El otro mundo no es real.
-Lo que me estáis diciendo es que el mundo que conozco, donde me llamaba Pablo Guero, ¿es "Matrix"?


-Ese es un buen símil, efectivamente -me dice mi padre-. El Simulador fue ya imaginado por los visionarios del cine, ¡hace ya seis siglos!
-Pero si esto es como Matrix, entonces el mundo... ¿está gobernado por las máquinas?
-Jaja -ríen-, no hija, eso nunca más. En el pasado la humanidad si se vio amenazada por máquinas que habían tomado conciencia de sí mismas y quisieron aniquilar a sus creadores pensando que así serían eternamente libres. Por fortuna, sobrevivimos a aquel episodio y se prohibió para siempre diseñar máquinas que tuvieran conciencia. Años después llegó el gran hito de nuestra civilización: se logró parar el reloj biológico de los seres humanos y hacernos prácticamente inmortales.
-¿Pero aquí cómo medís el tiempo? ¿Decís que han pasado seis siglos desde la película "Matrix"? -les pregunto-.
-La forma de medir el tiempo no ha cambiado: estás ahora en el año 8.027. La semana pasada fue año nuevo. Te lo perdiste por los pelos.
-Estoy alucinado..., bueno, alucinada. Todo era tan real. ¿Cómo es Matías fuera del Simulador? ¿Y Paula? ¿Y quién es Enrique Dans? ¿Todos están dentro de esas cápsulas?
-Hay cápsulas del Simulador en muchos sitios, Ynlaed -habla mi madre-, sobretodo en las naves espaciales. Ten en cuenta que la gente viaja de un lugar a otro del espacio, sin importar el tiempo. Pero para mantener las mentes entretenidas, se conectan al Simulador y llenan el tiempo viviendo otras vidas. Las personas que has conocido en tu reciente vida virtual pueden estar en cualquier sitio y ser muy distintas a como eran en el Simulador, incluso detrás de algunos de ellos no había nadie, no tenían "alma": son representaciones del Simulador para completar el mundo virtual.
-O Dios mío, dejadme adivinar: Matías no tiene alma.
-Es posible, aunque nosotros desconocemos qué vivencias has tenido ni a quién has conocido durante tu viaje virtual. Sí nos informaron de que estuvieron a punto de cancelar tu prueba, cuando se cruzaron en tu camino varias imperfecciones del Simulador, algo que tú lo habrás interpretado como fenómenos paranormales.
-Caray: la Edu-cámara o el blog fantasma.
-Eso puede afectar al correcto desarrollo de la prueba, y no es justo. De la misma manera que podía haber interferido el hecho de que te hayas cruzarado en el espacio y tiempo virtual con tu hermana gemela.
-¿La he llegado a conocer en el otro mundo? -pregunté ansioso-.
-La conociste de sobra... Tu hermana es el alma de Melinda.

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