27. Google compra Yo-no-leo-a-Enrique-Dans
Acabamos de llegar a Barajas donde como siempre estaba Punset en la mesa de la cafetería actualizando su blog vía WiFi. La expedición volvía un poco cabizbaja tras nuestra aventura californiana. Paula se había aislado del mundo con su iPod, escuchando las canciones interpretadas por Alma. Matías y Gonso se tambaleaban por la terminal después de haberse bebido toda la dotación de mini-botellitas de whisky del avión. Yo me he quedado absorto al ver un comité de bienvenida que portaba pancartas que decían "Yo no leo a Enrique Dans". ¡Parece que nuestra aventura americana me había catapultado a la fama! ...ejem... Fijándome bien, veo que se trata de Gerardo Ariño, manifestándose por un suceso del pasado.
Toda la historia había empezado hace una semana cuando llegué a cortarme el pelo -lo poco que me queda- a la peluquería de Gonso. Como de costumbre, me recibió con un azote en las posaderas y un "Helou, rey de los blogs". El título real sólo me lo pone a mí, pero el azote tiene la costumbre de dárselo a todo el mundo, algo que no siempre hace gracia y ha motivado que más del 50% de su dentadura sean implantes.
Mientras estaba en plena faena sonó el móvil, así que lo puse en manos libres para poder escuchar:
-Mister Guero please?
-Pablo Guero, soy yo. En spanish, plis -contesto yo dominando la situación-.
-This is Google's International Relations Department, and we are interested in having an interview with you as soon as posible -dice la voz-.
-Mister Guero please?
-Pablo Guero, soy yo. En spanish, plis -contesto yo dominando la situación-.
-This is Google's International Relations Department, and we are interested in having an interview with you as soon as posible -dice la voz-.
En el espejo de enfrente observo la cara de "haba mustia" que se me acaba de quedar. Le digo a Gonso: "No he entendido ni papa".
-Corazón, son los del Google ese, que te quieren entrevistar -aclara el peluquero listillo-.
-No te quedes conmigo, que tú no sabes inglés.
-Hablo mejor que el Shakespeare, ¡hombre! -dice ofendido-. ¿Te crees que tres años en Castro, el Chueca de San Francisco, se olvidan en un plis-plas? Por suerte sí he olvidado al rastrero-sucio-traidor de Collin... he really made me suffer, my God!
Y seguidamente se puso a hablar con la señorita americana que llamaba de Google. En un par de días nos esperaban en Mountain View.
-Corazón, son los del Google ese, que te quieren entrevistar -aclara el peluquero listillo-.
-No te quedes conmigo, que tú no sabes inglés.
-Hablo mejor que el Shakespeare, ¡hombre! -dice ofendido-. ¿Te crees que tres años en Castro, el Chueca de San Francisco, se olvidan en un plis-plas? Por suerte sí he olvidado al rastrero-sucio-traidor de Collin... he really made me suffer, my God!
Y seguidamente se puso a hablar con la señorita americana que llamaba de Google. En un par de días nos esperaban en Mountain View.
Gonso se quiso venir, porque el viaje nos lo pagaban los americanos, y a mí me venía muy bien un traductor para esta aventura que además se conociera California. Matías y Paula también se apuntaron, así que acordamos que se hicieran pasar por colaboradores de mi blog.
Ya sabemos que Google está con el talonario en la mano, así que no es extraño que se hubiera fijado en el potencial de un bloguero como yo. Sería la primera alegría desde hace mucho, mucho tiempo. Empecé a dar vueltas al coco pensando qué les iba a pedir por mi blog: ¿acciones o "dinerito contante y sonante"? ¿Un puesto de trabajo fijo en su plantilla, pej., el de Isabel Aguilera aquí en España? No, no... más arriba. Podría irme al Valle de la Silicona -¿o es Silicio?, en cualquier caso todo se hincha mucho allí- y llegar a ser el cuarto elegido: Larry, Sergey, Eric y Pablo.
El día que cogimos el avión para EEUU, coincidimos con varios blogueros españoles. Lo raro no es eso, porque dicen que ya somos millón y medio. La novedad es que también habían sido convocados por Google. Julen y Telémaco nos contaron que Google estaba interesado en su proyecto Aprendices. Matías también se acercó a saludar a Jose Antonio del Moral, que casualmente le ayudó en su accidente de Bilbao . Por lo que contaba, Google estaba también interesado en comprar Alianzo .
¡Vaya! ¿Nos van a comprar a todos o iban a elegir entre varios candidatos?
Para nuestra sorpresa, la seguridad del aeropuerto se llevaba arrastrando a Telémaco:
-¡Dejaadme subir mi piedra! ¡No soy nadie sin mi piedra! -gritaba desesperado el bloguero, que sufría la "maldición de Sísifo"-.
-No podéis hacer esto -intentaba mediar Julen-. Tenemos nuestros derechos . Esto es un atropello sin precedentes a los blogueros.
Como defensor de la blogosfera que soy, me entraron ganas de salir en defensa de mis amigueros, pero luego pensé: "Son dos contrincantes menos en mi previsible acuerdo con Google".
Unos segundos después alguien volvía a gritar por un tema de piedras:
-¡Estas piedras no son mías! ¡Yo no soy ningún camello!
La seguridad del aeropuerto había encontrado un cargamento de piedras de fumar en el equipaje de Jose Antonio del Moral junto con el libro The Long Tail. Rápidamente me giré hacia Matías.
-Lo siento, Pablo -me confiesa Matías-. Lo he tenido que hacer. Con el dinero del contrato de Google me podré comprar mucho más "material" para fumar.
El gran día llegó. Pudimos desayunar sentados en unas bolas de colores con los mismos Sergey y Larry. No estuvimos ni 20 minutos con ellos, pero nos explicaron que querían que nos encargáramos de una versión inglesa de mi blog, que se llamaría "I DONT USE GOOGLE". Valoraban mucho el impacto que mi blog estaba teniendo en la blogosfera hispana, y querían replicar la experiencia a nivel mundial antes que otros lo hicieran.
Para nuestra sorpresa, la seguridad del aeropuerto se llevaba arrastrando a Telémaco:
-¡Dejaadme subir mi piedra! ¡No soy nadie sin mi piedra! -gritaba desesperado el bloguero, que sufría la "maldición de Sísifo"-.
-No podéis hacer esto -intentaba mediar Julen-. Tenemos nuestros derechos . Esto es un atropello sin precedentes a los blogueros.
Como defensor de la blogosfera que soy, me entraron ganas de salir en defensa de mis amigueros, pero luego pensé: "Son dos contrincantes menos en mi previsible acuerdo con Google".
Unos segundos después alguien volvía a gritar por un tema de piedras:
-¡Estas piedras no son mías! ¡Yo no soy ningún camello!
La seguridad del aeropuerto había encontrado un cargamento de piedras de fumar en el equipaje de Jose Antonio del Moral junto con el libro The Long Tail. Rápidamente me giré hacia Matías.
-Lo siento, Pablo -me confiesa Matías-. Lo he tenido que hacer. Con el dinero del contrato de Google me podré comprar mucho más "material" para fumar.
El gran día llegó. Pudimos desayunar sentados en unas bolas de colores con los mismos Sergey y Larry. No estuvimos ni 20 minutos con ellos, pero nos explicaron que querían que nos encargáramos de una versión inglesa de mi blog, que se llamaría "I DONT USE GOOGLE". Valoraban mucho el impacto que mi blog estaba teniendo en la blogosfera hispana, y querían replicar la experiencia a nivel mundial antes que otros lo hicieran.
Nos pasaron a una sala cutre, para esperar al gran jefe y su oferta económica. Hicimos algunos cálculos de la cantidad que nos gustaría recibir por nuestra colaboración. Para ello borramos una pizarra que estaba llena de garabatos.
Nos recibió Eric Schmidt, que nos soltó un discurso bastante denso del que creo que Gonso sólo tradujo la mitad. "Google creaba innovación, pero en otras ocasiones la compraba. Y ésta vez, quería comprarla."
-Gonso -le comento al mariconazo de mi amigo-, dile que no somos expertos con el inglés y que eso nos puede dificultar un poco el trabajo.
Y entonces llegó la respuesta de Eric Schmidt:
-"¿Pero es que algo puede ser difícil cuando la cantidad que está sobre la mesa asciende a 500.000.000 dólares?"
Reconozco que la cantidad era importante, pero no llega ni a la mitad de lo que acababan de pagar por You-Tube. ¿Bajaría mi "caché" hasta esa cifra?
-Me parece increíble que te lo estés pensando -me reprocha Paula-.
-Pablo, como no lo aceptes, me encargo yo de arrancarte uno a uno los pelos que te quedan -me amenaza exaltado Matías-. Perdí la lotería, pero esto no.
-OK -contesto finalmente-, seremos los nuevos chicos Google.
Y entonces nos pusimos a firmar papeles y papeles, mientras Matías, Paula y Gonso derrochaban alegría a raudales, hasta tal punto que Gonso le dio un azote en las posaderas a Eric Schmidt...
Silencio. Silencio. Más silencio... El tiempo en aquel despacho se paró de repente. La cara de Eric se quedó desencajada. Las gafas se habían quedado colgando de una de sus orejas. Parece ser que hay algo en el mundo que Eric no puede soportar: que le toquen el culo.
En ese momento, un ingeniero entró en la sala gritando: "¡¡Alguien ha borrado nuestra pizarra con el plan estratégico!!"
Unas cuantas frases indescifrables en tono superlativo dieron paso a la destrucción de todas las hojas del contrato en la trituradora de papel. Eric desapareció y varios guardias de seguridad nos acompañaron a la puerta.
-¡¡Eh!! -gritaba yo- Esto no se puede quedar así. ¿Y quién nos paga los billetes de avión?
Y así terminó la aventura: sin contrato y con un nuevo agujero en mi cuenta corriente. Nunca tocarle el culo a alguien y borrar unos garabatos de una pizarra había salido tan caro.
Aún así, me quedaba el consuelo de seguir siendo el mejor bloguero del mundo y más independiente que nunca.
¡Alegría!
Etiquetas: 21-30
10:20 a. m.
¡Brutal! ;-)
10:43 a. m.
Esta es una historia hiperenlazada y lo demás tonterías. In presionante.
Apúntate una. Prometo seguir el culebrón y formar parte activa de él.
Julen
10:48 a. m.
Te vas superando, Pablo. Por cierto, ¡yo también quiero ser amiguero! A ver cuándo me incluyes. Un abrazo.
11:07 a. m.
jajajajajajajajajajajaja
o en inglés: lol
Pablo, ha sido genial, brutal, menos bras! (como dice mi hermano pequeño) que no te has dejado comprar;P
CUídate, besos y un big abra:
Spirit of dreams;) (F)
5:32 p. m.
jajaj... fantastica historia :D
7:43 p. m.
Esta muy buena la historia ... muy triste ... pero igual vas a tener que devolver a tus amigos todo el dinero que les pediste ... y ni siquiera les compraste un recuerdito !!!
11:19 p. m.
Te está bien empleado por no haberme echado una mano cuando intentaban llevarse mi piedra.
Pero ahora alcanzar a Google sin su plan estratégico está "chupao". Propongo que nos unamos y les compremos nosotros a ellos.
4:21 p. m.
Echo en falta al Consultor Anónimo quien podría dar un par de clases a Larry y a Sergei. Además, seguro que le encantaría montarse en un avión e ir al valle de la sílice a ver a Rogelio.
11:09 p. m.
Que se vengan Rogelio, Larry, Sergey, Bill y todos los demás, que yo no tengo tiempo de zarandajas...
2:25 p. m.
Me ha parecido un post "interesantísimo" y de esas veces que vuelves a casa lleno de ideas nuevas. ;)
2:27 p. m.
Corrijo, "francamente interesante".