Cuando robamos la silla de Pilar Trucios, llevé mi réplica de la edu-cámara para inmortalizar tan importante evento. Pero la grabación no la pude difundir a nadie: ¿qué les había sucedido a aquellas imágenes? Al día siguiente acudí al restaurante del Chino Blogueiro para exigirle una explicación:



-Blogueiro, échale un vistazo a la secuencia. Quería colgar este momento histórico en Internet para mayor gloria de los blogueros participantes, y observa: ¡¡hemos salido todos desnudos!!

-Jeje, ser glacioso, ¿no, amigo?

-Sí, graciosísimo. ¿Tú crees que puedo difundir imágenes de Sergi, Fernand0, o Andrés corriendo en pelotas? Me vas a devolver ahora mismo el dinero que te pagué por la cámara.

-Blogueilo no podel devolvel dinelo. Chino ha inveltido dinelo en infolmatizal todos los lestaulantes.

-La madre que parió al "blogueilo" éste.



En el visor de la cámara seguía reproduciéndose nuestra carrera, "en bolas", por los pasillos de Expansión. De repente, algo llamó mi atención. Algo en lo que no había reparado antes.

-¡Un momento! ¿Por qué hay algunos que salen sin abdomen? ¿Ves estos de aquí? Se les ve la cabeza y las extremidades, pero el tronco es transparente a nuestros ojos.

-En esta vida no todos somos iguales.

-¿Y eso qué quiere decir?

-Que la cámala detecta gente especial.

-Ya, pero el detector de blogueros no estaba encendido... -afirmo-. Además, todos hubiéramos salido igual, porque allí todos éramos blogueros. Tiene que ser otra cosa.

-Chino no sabel. La vida es misteliosa a veces.



Me fui del local, con mi cámara y un montón de dudas. Le dije al Chino Blogueiro que me avisara si se enteraba de cualquier novedad sobre las anomalías de mis grabaciones. Por mi parte, me propuse interrogar a los blogueros "sin abdomen". El primero sería... Matías.

¡Alegría!