-Creo que alguien ya se conocía, ¿verdad Paula? -dijo Tolo desde su cama-.

En ese momento, yo ya no entendía nada. ¿Cómo que "Paula"? Recordé que la función "Pinocho" de la edu-cámara detectó una mentira cuando la sobrina de Tolo dijo su nombre y edad delante de la cámara. Parece que nuestra María se llamaba en realidad Paula.

-Paula Vitacolinna, vaya, vaya -murmuró Matías sorprendido mientras se estiraba el bigote-.

Ellos se conocían del encuentro de blogs eróticos en Barcelona. Pero había muchas explicaciones que dar, y aquella habitación de hospital no era el lugar más adecuado. Así que nos fuimos con Paula a la cafetería del edificio, para tomarnos una caña y celebrar nuestro particular Beers&Blogs a un par de kilómetros de distancia de la veintena de blogueros que en aquellos momentos se reunían en el Brasileirinho.

-Siento haberos mentido -dijo Paula avergonzada-, vosotros no tenéis la culpa. Y lo malo es que antes o después, esto tenía que pasar.

-¿Por qué has venido desde Barcelona? -le preguntaba Matías-. ¿Me estás siguiendo o qué pasa?

-De verdad, Matías. Créeme -suplicaba Paula-. Todo fue una casualidad. Vine de Barcelona sólo para preparar los exámenes. Y no podía imaginarme que volvería a estar tan cerca del Fantasma. ¿Es una maldición o qué? -en ese momento hizo un amago de romper a llorar-. Cuando vi a Pablo en el bar, me entró el pánico: no quería que llegara a reconocerme. Leía su blog, y sabía que era amigo tuyo.

Paula tenía un concepto distinto del Blog Fantasma: lo que para ella era una maldición, nosotros lo habíamos visto hasta entonces como un poder sobrenatural a nuestra disposición.

-¿Pero no veis el peligro? -continuaba la niña-. Matías, tú has estado a punto de morir en un accidente. Pablo, a ti te robaron el coche y perdiste el trabajo. Todo lo que se cruza en su camino, se va a la mierda...

La verdad es que en los últimos tiempos las cosas no me han ido muy bien. ¿Es posible que alguna fuerza sobrenatural influyera en mi destino? Si quiero llegar a ser el mejor bloguero del mundo, lo que menos necesito son las "collejas" del más allá.

-Paula, no seas negativa -intenté tranquilizarla-. Estoy convencido de que el "Fantasma", como tú le llamas, nos ayudará a crecer como blogueros. Quizá nos exija algunos sacrificios, pero sus intenciones son buenas. Incluso el habernos reunido aquí en Madrid, es por alguna razón que tarde o temprano averiguaremos.

-¡Me cuesta creerlo! No quiero que el Fantasma estropee mi nueva idea -y entonces Paula nos propuso algo que cambiaría nuestras vidas-. Tengo en mente un proyecto que os gustará: ¡Voy a convertir el bar de mi tío en un "bar para blogueros"!

-¡Qué bueno! -dije-. ¿Ves como puede ser esa la razón de nuestro encuentro? ...Y se me está ocurriendo un nombre inspirado en mi amiguero Rubén. ¿Qué os parece...

LA BLOGUERITA DEL MEDIO ...?

Ya estaba soñando despierto con el bar lleno de mis amigueros... ¡sería fabuloso!